pReparados, liStos, Ya. Estaba preparada. Había comprendido que a veces no es cuestión de dar pequeños pasos, sino de saltar. Y ahi estaba, en una azotea en Tánger. Se concentró, pidió ayuda a todos los seres de luz que la acompañaban y saltó
Miró al mar y se deshizo en sensualidad. En esa sensualidad consistía el salto más alto que había dado en años.