domingo, 16 de enero de 2011

nO puedo leer historias de amor

sOy terrible. Y no es porque lo diga yo, no. Soy terrible porque de repente nos veo en cada meta de polvo y no puedo evitar a Jude Law que me persigue por las esquinas, fingiendo que no me quiere mientras me deja y me besa despacio. Dice "no puedo hacerte esto", o sea quedarse, pero me sigue persiguiendo y en la siguiente esquina me convierto en araña y ya no soy yo, soy Veronique y tengo una hermana en Cracovia y un marionetista que mueve los hilos me escribe versos y después de ese enigma viene otro y descubro los proxys y no sé si me convenga amor en estos términos y soy terrible cuando pienso de manera tan todo es cuestión de negociar y te digo "siento celos de los metros" o "a mí nunca me llevaste en aeroplano" y te beso y te muerdo y J.D y L.W. tuvieron un hijo y ahí está tu respuesta, aunque se quedó conmigo...

El teléfono suena. Del otro lado un desconocido permanece en silencio. Esto se repite dos veces. Me alejo buscando un árbol al que contarle mi secreto.