tEngo un máster experiencial en este tema. ¿sE nota?
aNtes lo hacía sin ni siquiera sentirlo. dE repente, un día, me daba cuenta de que había cambiado mi vida 180 grados. aSí pasé, por ejemplo, de ser "la deportista" a "la intelectual".
dEspués hubo un tiempo en que me incomodaba el asunto. ¿qUién era yo? eRa evidente que tenía que intentar ser siempre la misma persona, sin reinvenciones, sin contraplanos, ser coherente (¡qué palabrón! ¡coherente!).
dEspués hubo un tiempo en que me incomodaba el asunto. ¿qUién era yo? eRa evidente que tenía que intentar ser siempre la misma persona, sin reinvenciones, sin contraplanos, ser coherente (¡qué palabrón! ¡coherente!).
hOy todo eso me hace reir (no sé si mañana será así), mientras me reinvento en cada una de las cosas que hago, en cada minuto que vivo que nunca es igual que el anterior y me sé incapacitada para entrar en cajas, incluso si son de colores, pero vital y con ciento veintinueve o más cosas que me llenan la vida de ilusión, de alegría, sin tanto tiempo como me gustaría, sin el dinero necesario para hacerlas todas, pero con la certeza absoluta de que sólo tengo que esperar una nueva reinvención y un nuevo redescubrimiento.
Puebla de Sanabria, Junio'2013 |